Cuando La Oportunidad Llame A Tu Puerta




Cuando La Oportunidad Llame A Tu Puerta

Autor: Pablo

Prepárate porque las oportunidades pueden aparecer en cualquier momento.

Quien no está preparado deja pasar las oportunidades, que la gran mayoría de las veces pasan inadvertidas, o disfrazadas, para que no las detectes, pero si estás alerta las verás llegar de frente.

Voy a contarte una historia que una vez leí en un libro:

Dice que había una vez un niño pobre que su mayor ilusión era tener un caballo, pero su familia no tenía dinero. Su deseo era conocido por todo los alrededores de su casa. Y un día una manada de caballos pasó por allí y un potrillo se iba quedando descolgado por no poder acompañar a los demás. El dueño de la manada, que también conocía el deseo del niño, le preguntó si querría encargarse del potrillo, que se lo regalaba si lo quería. El niño no daba crédito, su deseo se estaba convirtiendo en realidad, y encantado dijo que ¡SI!.

Un vecino, le dijo al padre del chaval que su hijo tenía mucha suerte. El padre le preguntó por qué, a lo que el vecino respondió: "Su hijo quería un caballo, pasó por aquí una manada y el dueño le regaló un potrillo, ¿no es eso suerte?". "Puede ser suerte o una desgracia" contestó el padre.

El niño cuidó a su caballo dándole los máximos cariños, pero un día, al cabo de unos años el animal se escapó. El vecino le dijo esta vez al padre: "Su hijo no tiene suerte, le regalaron un potrillo, cuida de él y cuando crece, se va". "Puede ser suerte o una desgracia", replicó el padre.

Al cabo de un tiempo un día el caballo regresó con una manada salvaje. El niño, ya convertido en muchacho, consiguió cercarlos y adueñarse de todos los caballos. El mismo vecino le dijo al padre: "Su hijo tiene suerte, le regalaron un potrillo, cuida de él y cuando crece, se va y al cabo del tiempo vuelve con una manada de caballos salvajes". "Puede ser suerte o una desgracia", respondió de nuevo el padre.
A los pocos días de tener los caballos salvajes y mientras domaba a uno de ellos, el joven cayó y se rompió una pierna. El vecino dijo: "Su hijo no tiene suerte, le regalaron un potrillo, cuida de él y cuando crece, se va y al cabo del tiempo vuelve con una manada de caballos salvajes, y al intentar domar a uno se cae y se rompe una pierna". El padre respondió nuevamente: "Puede ser suerte o una desgracia".

Días más tarde, su país entró en guerra con otro país cercano. Todos los jóvenes fueron reclutados, todos menos el muchacho que se había roto la pierna días atrás. Y el vecino dijo: "Su hijo tiene mucha suerte........"

Este cuento se puede presentar a diario en la vida. Si lo enfocas a nuestro negocio, el MLM, tendrás un vecino que te diga: "Tienes suerte...", o ese mismo vecino te dirá: "No tienes suerte..."
¿La moraleja de esta historia? pues bien sencilla. No te dejes guiar por nadie, haz lo que tú pensamiento te diga. Solo tú decide si quieres "Tener Suerte" o "No tener suerte".

Espero que mis palabras te ayuden a reflexionar sobre las decisiones a tomar y que todo a partir de ahora te sea mucho más fácil.

Mucho éxito y hasta la próxima.


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