Si
hay algo que me empujó a decidir en su día a emprender, eran las
ventajas a las que me iba a enfrentar, sí has leído bien.
Los
inconvenientes son muchos y estoy seguro que ya has leído y oído
mucho sobre ello. Por eso hoy quiero mostrarte desde otro ángulo, lo
maravilloso que es ser emprendedor.
Para
empezar, piensa que cada día es distinto y el mero hecho de no tener
que llevar la rutina de un horario de entrada y salida a un trabajo,
ya te distingue del resto.
Es
probable si has decidido emprender un negocio, haber escuchado de
todo, cosas como “Yo prefiero tener un trabajo estable”,
“Yo quiero cobrar al fin de mes y no preocuparme”... y así
un sin fin de frases que te sonarán...
Realmente
este tipo de frases me dan mucha pena, pues vender tu tiempo a
cualquier precio me resulta bastante jodido.
Te
decía que cada día es distinto y como tal tú como emprendedor te
puedes permitir el lujo de hacer cosas diferentes cada día, ¿Por
qué no?, al fin y al cabo eres el dueño de tu tiempo.
A
ver, antes de nada, que ser emprendedor, tiene muchas ventajas, pero
si tu trabajo está bien estructurado, bien automatizado y sobretodo
bien saneado.
En
mi caso prefiero encerrarme durante unos meses trabajando en un nuevo
infoproducto, o dedicar ciertos días de la semana a dar mis mentorías y disponer de mi agenda y mi tiempo a mi antojo.
Cuando
leí por primera vez aquello de “la libertad financiera”,
pensé que era algo como ser rico y no tener preocupaciones en la
vida, y de verdad te digo que no tiene nada que ver.
Tener
libertad financiera, es poder vivir cada día sin necesidad de tener
en tu cabeza la manera de llegar a fin de mes.
Llegar
a ello es cuestión de querer y de fijarte un objetivo, de la misma
forma que un atleta prepara durante 4 años su participación en unos
juegos olímpicos.
Son
4 años de dedicación plena, con muchos altibajos a los que se
añaden, problemas familiares, lesiones, etc...
Pero
cuando al final consigues competir y ves tu objetivo cumplido, la
satisfacción es plena y no te digo nada si además consigues una
medalla o un diploma olímpico.
Pues
aquí es lo mismo, durante un tiempo, deberás tener mucho
compromiso, tendrás que formarte y ser entrenado por un buen mentor, escuchar todo tipo de objeciones, etc... pero te aseguro
que cuando adquieres ese equilibrio, el de poder vivir sin
quebraderos de cabeza, ni te imaginas lo que puedes llegar a
disfrutar.
La
otra mañana venía andando con dos personas de vuelta a casa después
de haber dejado a nuestros hijos en la escuela y les decía que si no
eran conscientes del privilegio que teníamos.
En
mi caso es porque soy dueño de mi tiempo y tengo muy claro que los
años de llevar a mi hija a la escuela no volverán.
Hay
personas que se levantan muy temprano, trabajan casi diez horas
diarias y sí quizás puedan dar en sus treinta días de vacaciones
al año un buen viaje a su familia, lo respeto, pero no lo envidio.
Prefiero
vivir el día día con mi familia, con mis amigos, poder disponer mi
tiempo para trabajar como para tener ocio. Cada día que pasa no
vuelve y es por eso que hay que vivirlos al máximo.
Ser
emprendedor es una decisión muy valiente, pero como te he dicho
antes, me siento muy orgulloso de serlo, aún con los contratiempos
que me puedan ocurrir.
En
conclusión, haz de tu día a día algo especial, valora el regalo
que nos da esta forma vida y no te dejes invadir por aquellos que
jamás van a pagar tus facturas.
Ahora
te toca a ti, déjame tus comentarios y comparte con el resto de
compañeros tu experiencia.
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Sencillamente excelente articulo Juan Carlos te felicito y te agradezco tus aportaciones gracias
ResponderEliminarQuerido amigo Jose!
EliminarGracias a ti por estar ahí Domingo tras Domingo leyendo mis artículos.
Un abrazo
Juan Carlos
Agradecido por el aporte que brindas.
ResponderEliminarGracias a ti por haberte molestado en leer el artículo y sobre todo gracias por tu comentario. Un cordial saludo
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